Venecia debe ser uno de los destinos turísticos más hermosos del mundo y varias son las películas que se han encargado de idealizar la ciudad, pero en el caso de “Don’t Look Now”, Venecia se ve tan sombría y espeluznante que a ningún turista le gustaría quedarse más de dos días por los alrededores; entre días nublados y una seguidilla de asesinatos sin resolver, el matrimonio Baxter trata de superar la muerte de su pequeña hija, Christine, y de fortalecer su vida en pareja.
John (Donald Sutherland) y Laura (Julie Christie) deciden viajar a Venecia luego de que John aceptara restaurar una antigua iglesia de la ciudad; meses antes, ambos sufrieron la pérdida de su hija mejor tras un accidente en su hogar de Inglaterra. Cierto día, los Baxter se topan con dos hermanas algo extrañas; una de ellas dice ser vidente y asegura que tiene un mensaje de Christine desde el más allá. Laura, quien es mucho más sensible y cálida que John, confía de inmediato en la vidente, mientras que él, mucho más práctico y lógico, prefiere ignorar los comentarios y concentrarse en su trabajo.
Sin embargo, John no puede dejar de percibir ciertas visiones de Christine por toda Venecia, una especie de recordatorio de la culpa que todavía siente y que no ha querido afrontar. La imagen de Christine lo persigue durante toda la historia; John ve el abrigo de su hija, de un fuerte color rojo, tanto como nosotros apreciamos aquel color durante cada escena de la película. El agua que rodea a Venecia también es otro recordatorio de la trágica muerte de Christine, así como también lo es la pequeña figura de abrigo rojo que recorre sigilosamente la ciudad y que, incluso, John decide perseguir cierta noche. Por más que el protagonista quiera olvidar la muerte de su hija, todo a su alrededor no hace más que recordársela.
Es difícil catalogar a “Don’t Look Now” sólo como una película dramática o sólo como una película de terror, ya que ambos géneros se presentan y se entremezclan tan bien que la película jamás podrá pertenecer a una sola categoría. “Don’t Look Now” es humana, oscura, aterradora e impactante; su edición puede tender a confundirnos y hacernos creer que pasado, presente y futuro pueden ocurrir al mismo tiempo, pero aquel juego sólo aumenta la curiosidad por la figura misteriosa de Venecia y por el supuesto talento que, según la vidente, John posee. La película también llama la atención debido a su explícita y precursora escena de sexo, la cual le debió censuras y ediciones que sólo aumentaron el misterio y el morbo alrededor de la cinta; incluso existieron rumores que los protagonistas tuvieron sexo de verdad, rumores que tanto ellos como el director, Nicolas Roeg, debieron negar.
Roeg se basó es una historia de la escritora inglesa Daphne du Maurier para darle vida a “Don’t Look Now”; ella ya había tenido buenas experiencias con sus obras siendo adaptadas al cine gracias a Alfred Hitchcock y disfrutó tanto de esta versión de Roeg que le envió una carta al director, felicitándolo por haber sabido capturar la esencia de la relación entre Laura y John. Quienes no apreciaron tanto “Don’t Look Now” fueron los mismísimos venecianos, quienes acusaron a la película de querer espantar la visión turística de la ciudad.
A pesar de haber estado llena de críticas durante su lanzamiento, “Don’t Look Now” logró convertirse en un clásico y ha sido nombrada como una gran influencia en la carrera de directores como Danny Boyle, Lars von Trier, Lynne Ramsay, entre otros. Es innegable su calidad, así como también el miedo y la pena que transmite a lo largo de su duración, sentimientos que nunca son fáciles de superar.