Las luces de neón nunca estarán ausentes de la filmografía de Nicolas Winding Refn, pero creo que en “The Neon Demon” realmente resaltan. El director danés las une a una mezcla de colores, simbolismos y moda futurista para contar la terrorífica historia de una recién llegada adolescente al competitivo y cruel mundo de la alta costura.
Jesse (Dakota Fanning) es una joven de dieciséis años, quien, tras la muerte de sus padres, decide mudarse a California y probar su suerte en el ámbito del modelaje; ella sabe que es preciosa, pero su belleza natural, su juventud y su apariencia angelical son las cosas que realmente llaman la atención de agentes y fotógrafos, así como también la envidia de otras modelos alrededor de Jesse.
La joven comienza a avanzar rápidamente en el rubro, ya que no hay persona que no quede maravillada ante su belleza, pero esto también provoca la ira de Gigi (Bella Heathcote) y de Sarah (Abbey Lee), dos modelos que habían conocido a Jesse gracias a Ruby (Jena Malone), una maquilladora que se obsesiona con la joven; Gigi y Sarah no soportan que Jesse les arrebate sus trabajos y que no haya recurrido al quirófano. Al mismo tiempo, Jesse comienza a adoptar una nueva actitud debido a la adoración de sus jefes, pero también sufre de extrañas alucinaciones y de extrañas pesadillas que atormentan su éxito.
Todos sabemos que el mundo de la moda puede ser competitivo, pero “The Neon Demon” lo lleva a niveles realmente espeluznantes; no sólo se trata de envidias o peleas, sino que de cosas al nivel de lo que “Suspiria” también presentó alguna vez. “The Neon Demon” parece una pesadilla de aquellas de las que Jesse sufría, pero, visualmente, es una película tan hermosa que no puedes sacarle la vista de encima, tal y como el efecto que Jesse provocaba en todas las personas a su alrededor.