El carisma de Cary Grant es difícil de olvidar, por lo que luego de ver “Bringing Up Baby”, ver otra película de su filmografía es un acto casi automático. En “Notorious”, Grant es dirigido una vez más por Alfred Hitchcock, en lo que se convierte en una película llena de suspenso y de misterio, como algunas de sus mejores cintas.
T. R. Devlin (Cary Grant) es un agente del gobierno que debe investigar a una organización nazi, la cual se trasladó a Brasil luego del término de la Segunda Guerra Mundial; soldado que huye, sirve para otra guerra. Devlin decide reclutar a Alicia Huberman (Ingrid Bergman), la hija norteamericana de un antiguo espía nazi, para que se infiltre en la organización.
Alicia y Devlin viajan hasta Brasil para esperar las próximas instrucciones de la misión, pero mientras están en Río de Janeiro, ambos se enamoran y protagonizan una de las escenas de besos más larga de lo que el código Hayes permitía. Devlin se encuentra en una situación problemática cuando Alicia debe fingir interés amoroso en Alexander Sebastian (Claude Rains), líder de la organización nazi, pero a pesar de las peleas, ambos enamorados continúan con la misión.
Una vez que Alicia gana la confianza de Alexander, se casa con él y consigue más acceso a su hogar, por lo que pronto descubre cierto misterio relacionado a una bodega de vinos. Sabemos que, dentro de la filmografía de Alfred Hitchcock, no se puede confiar en nadie, pero además de que los asesinos sean un enemigo temible, ahora el enemigo toma forma en simpatizantes de Adolf Hitler; no sé cuál de los dos es peor.
“Notorious” es una película intrigante, de aquellas que te hacen temer por tu seguridad al nivel de revisar cada puerta y cada ventana, sin luego sospechar que el enemigo está dentro del hogar, envenenando todo lo que bebes. La historia de amor no incomoda y sólo consigue que las cosas se vuelvan más tensas, pero el sentido de la justicia, o injusticia, hace que todo se sienta más real.