Durante el año 1986, una serie de asesinatos impacta a la provincia de Gyunggi, una pequeña localidad de Corea del Sur; dos mujeres, sin ningún tipo de conexión entre ellas, aparecen asesinadas en diferentes lugares de la ciudad. Los asesinatos tienen el mismo modus operandis: ocurren durante una noche de lluvia, las víctimas son violadas y atadas con sus propias prendas íntimas. La policía asigna el caso a dos detectives, Park Doo-man (Song Kang-ho) y Cho Yong-Koo (Kim Roi-ha); Park es un investigador algo inepto, mientras que Cho tiene la mala costumbre de siempre golpear a potenciales sospechosos.
El caso sólo comienza a ver una luz de esperanza tras la llegada de un joven policía de Seúl, llamado Seo Tae-yoon (Kim Sang-kyung), un detectivo mucho más joven, pero también mucho más profesional; el trío de investigadores también recibe la ayuda de la oficial Kwon Kwi-ok (Go Seo-hee), quien es la única persona que nota el detalle de que, antes de cometer cada crimen, el asesino llama a una radio por teléfono y pide siempre la misma canción. Gracias a esta pista, el número de sospechosos se reduce a tres: un hombre con retraso mental que seguía a una de las víctimas, un hombre que fue encontrado cerca de una de las escenas del crimen y un tercer hombre que se caracteriza por tener manos muy suaves, tal y como las había descrito una sobreviviente de los ataques.
"Memories of Murder" es otro ejemplo brillante de la maravillosa dirección de Bong Joon-ho; es una película oscura e intensa, pero que sabe mezclar muy bien los géneros del crimen, del misterio y de la comedia. La historia que inspira la cinta está basada en crimen que sucedió en la vida real, el cual, hasta el momento del estreno de la película, todavía no había sido resuelto. Un detalle como ese sólo le añade todavía más suspenso a la historia.