Russell (Tom Cullen) es un joven británico como cualquier otro; durante una noche de viernes, va a una discoteca y conoce a Glen (Chris New), un estudiante de arte, con quien pasa la noche en su departamento. Russell es mucho más introvertido, mientras que Glen tiene una personalidad mucho más sociable; de hecho, graba la voz de Russell mientras este relata la noche anterior como parte de un proyecto que está realizando para la universidad. Durante el resto del fin de semana, Russell y Glen continúan viéndose y empiezan a conocerse mucho más: sus trabajos, sus estudios, sus familias, sus amigos y sus historias de amor y corazones rotos. El problema es que los fines de semana no duran mucho y Glen debe viajar a Estados Unidos para realizar un curso de dos años.
Como pasa con historias como "Portrait of a Lady on Fire", el tiempo es totalmente irrelevante cuando las emociones son más fuertes; el hecho de que un encuentro dure una semana o tres días no significa que sea menos intenso o menos importantes que todas aquellas relaciones que duran años y años. Este tipo de historias, cuando el enamoramiento inicial no termina, cuando las cosas pequeñas no alcanzan ni a llegar a molestarte, deben ser mis historias favoritas en cuanto a historias de amor se trata.