Alex Garland no sólo es el director de “Ex Machina”, sino que también es el escritor de películas como “The Beach” y “28 Days Later”, ambas dirigidas por Danny Boyle. Para su tercera colaboración, los dos decidieron contar una historia de ciencia ficción que sucede, mayoritariamente, dentro de dos naves a cargo de salvar el planeta Tierra de un congelamiento total.
Es el año 2057 y el Sol está apagándose cada vez más rápido, por lo que un grupo de ocho astronautas viajan a bordo de la nave Icarus II, con el fin de lanzar una bomba de energía hacia el Sol y revivirlo. Dentro de este grupo, tenemos a Capa (Cillian Murphy, un físico que maneja la bomba; Mace (Chris Evans), un ingeniero bastante complicado; Cassie (Rose Byrne), la piloto y quizás la persona más sensible de todas; Corazon (Michelle Yeoh), la bióloga a cargo del jardín y del oxígeno de la nave; Searle (Cliff Curtis), el doctor y psicólogo que está obsesionado con mirar directamente al Sol; Harvey (Troy Garity), oficial de comunicaciones y segundo a cargo; Trey (Benedict Wong), un hacker que revisa los sistemas; y Kaneda (Hiroyuki Sanada), el capitán de la nave.
Las cosas parecen ir bien en la nave, más allá de los roces más predecibles, hasta que se encuentran con Icarus I mientras se acercaban a Mercurio; esta nave también había tenido la misma misión que sus secundarios, pero había desaparecido, supuestamente, siete años antes. Luego de un debate sobre salir y ayudar a Icarus I, algunos de los integrantes del Icarus II deciden cooperar, pero sus buenas intenciones sólo pondrán en peligro a la nave y permitirán la aparición de un viajero completamente inesperado.
“Sunshine” es una película tan hermosa y tan perturbadora, al mismo tiempo. Las imágenes del espacio, de la nave y del Sol son magníficas, pero el terror de estar completamente aislados y de pronto toparse con aquel misterio de Icarus I, convierte a “Sunshine” es una película de suspenso más que en una enteramente basada en ciencia ficción. También cada actuación es maravillosa y se nota la dedicación que hubo hacia cada personaje, pero, definitivamente, lo que no podré olvidar es aquella escena final, rodeada de esta poderosa melodía.