Lydia González (Rosario Flores) es una famosa torero que acaba de terminar una relación con el Niño de Valencia (Adolfo Fernández); todo el mundo quiere hablarle a Lydia acerca de su antiguo novio, excepto el periodista argentino Marco Zuluaga (Darío Grandinetti). Lydia y Marco comienzan una relación y son muy felices, pero un grave accidente tras una toreada, deja a Lydia en un estado de coma, sin mayores esperanzas de despertar.
En el hospital, Marco conoce a Benigno Martín (Javier Cámara), un enfermero homosexual que lleva cuatro años cuidando a Alicia Roncero (Leonor Watling), otra paciente en estado de coma, a quien tampoco le dan muchas esperanzas de vida; Alicia está en el hospital desde que sufrió un accidente automovilístico y Benigno ha sido su más fiel enfermero. Él y Marco se convierten en grandes amigos y Benigno le aconseja que hable con Lydia, a pesar de que ella no pueda escucharlo. Las cosas parecen mejorar, pero las enfermeras notan que Alicia no ha menstruado hace meses y las sospechas recaen en un solo enfermero.
Pedro Almodóvar tiene un hermoso talento para escribir historias tan interesantes, melancólicas y bellas al mismo tiempo. Me enamoré de "Hable con Ella" apenas a los diez primeros minutos de película y sólo quise ser parte de la vida de sus protagonistas. Es una historia perfecta, en la cual hasta sus detalles encantan, como los nombres de Lydia y Benigno, por ejemplo. Además, escenas como la de Caetano Veloso embellecen todo el panorama. "Hable con Ella" ya es parte de mis películas favoritas.