Para alguien que no disfruta mucho del nuevo género de los superhéroes, es difícil mantenerse al día y seguir la línea de tiempo entre tantas secuelas, precuelas y spin-off. Al menos, durante la adolescencia, fue mucho más fácil seguir la historia de X-Men, por lo que ver “Deadpool” no sería una tortura. Las películas de X-Men eran bastante entretenidas, pero algo no se dio en “X-Men Origins: Wolverine” que resultó ser una decepción; lo mismo sucedió con el personaje de Wade Wilson. Cuando Ryan Reynolds explicó que quería hacerle justicia a ese personaje, todos aceptaron darle una segunda oportunidad. Y ahora sí las cosas funcionaron.
Wade Wilson (Ryan Reynolds) trabaja como mercenario: gana dinero por golpear y amenazar a otros tipos peores que él. Wade pasa su tiempo libre en un bar de mercenarios, en donde un día conoce a Vanessa (Morena Baccarin) y ambos se enamoran; la vida les sonríe hasta que a Wade le diagnostican cáncer terminal. Él ya está resignado, pero una especie de agente le ofrece una solución ultra secreta: Wade debe pasar por una serie de experimentos para que lo puedan curar. El encargado de los experimentos es el villano Francis Freeman, también conocido como Ajax (Ed Skrein).
Lamentablemente, los experimentos de Francis transforman la apariencia de Wade y, como lo describe uno de sus amigos, parece the inside of other people’s assholes, pero el lado positivo es que Wade ahora es un ser inmortal. A pesar de esta nueva cualidad, él quiere vengarse de todos modos, por lo que comienza a buscar a Francis, adopta la identidad de Deadpool y, junto a la ayuda de Colossus (Stefan Kapicic) y de Negasonic Teenage Warhead (Brianna Hildebrand), dos mutantes de la academia del Profesor X, sale en busca del enemigo.
El personaje de Deadpool, ahora sí, obtuvo su correspondiente justicia; bien por Ryan Reynolds. “Deadpool” es una película demasiado graciosa, desde el comienzo con los créditos, desde casi cada frase que Wade expresa hasta los palabreos a “Green Lantern” y a “X-Men Origins”. La acción tampoco decepciona; también es una película muy rápida y entretenida. Lo único que faltaría ahora sería hacerle justicia al personaje de Vanessa.