En “mother!”, película dirigida por Darren Aronofsky, la actriz Jennifer Lawrence interpreta a una joven que está casada con Javier Bardem; juntos viven en una gran y cómoda casona, pero luego de que un incendio la destruyera, ella se dedica a restaurarla, mientras él pasa su tiempo terminando su nuevo libro. Llevan una vida tranquila, hasta que, cierto día, aparece un hombre (Ed Harris) que les pide ayuda; el dueño de casa lo invita a quedarse sin pensarlo, pero a ella le parece extraño. Al día siguiente, aparece la esposa (Michelle Pfeiffer) del hombre desconocido, luego sus hijos y, sin previo aviso, el hogar comienza a llenarse de personajes que sólo se aprovechan de la hospitalidad de la joven.
No hay que darle muchas vueltas a esta historia para llegar a la conclusión de que la trama es una metáfora a cierta historia de la religión católica mezclada con una crítica a los abusos que hemos cometido en contra del planeta. El personaje de Javier Bardem es Dios y el de Jennifer Lawrence es la Madre Tierra o la virgen María, mientras que el resto de los actores representan a Adán y a Eva, a Caín y a Abel, y al resto de los fanáticos que querían conocer al hijo de su ídolo.
No es una mala metáfora, pero siento que es de aquellas historias que no deberían ser tan analizadas, ya que todo su potencial reside justamente en eso y perderían su gracia si tratamos de buscar una explicación más allá de esta representación.