“Nuovo Cinema Paradiso” cuenta la historia de Salvatore (Salvatore Cascio), un niño que vive en un pueblo italiano llamado Giancaldo. Salvatore vive sólo con su madre y su hermana menor, ya que su padre se ha ido a la guerra. Salvatore pronto hace amistad con Alfredo (Phillippe Noiret), el encargado del pequeño cine del pueblo, Cinema Paradiso. Por orden del cura del lugar, Alfredo debe cortar las escenas subidas de tono para no provocar ciertas reacciones en el público; él obedece y trabaja con las cintas en una máquina muy antigua. Alfredo le toma tanto cariño a Salvatore que le enseña todo lo que sabe.
Salvatore pronto aprende a usar las máquinas, el proyector y todo lo relacionado al cine comunitario, recordándonos que el cine es una experiencia grupal y que, como lo demuestra el pueblo, la gente adora ver películas. Cierto día, cuando Cinema Paradiso está completamente lleno, Alfredo decide proyectar una película para las personas que quedaron afuera, pero la máquina sufre un descompuesto y provoca un gran incendio. Alfredo, lamentablemente, pierde la visión y es trabajo del pequeño Salvatore ahora asistir como proyectista del Nuovo Cinema Paradiso.
Así como Salvatore, creo que la mayoría de las personas que disfrutamos del cine tuvimos alguna especie de mentor que nos enseñaba a ver películas o que nos enseñaba frases o nombres de actores o directores, entre tantas otras cosas. Es justo en ese punto donde la película nos llega: la nostalgia; la nostalgia de esa infancia inocente en donde descubres millones de cosas interesantes, en donde tienes la suerte de ser tan amado, en donde tienes a quién te guíe o te proteja, pero es precisamente esa nostalgia la que no debe detenernos antes de salir al mundo, como lo hace Salvatore.
"Cinema Paradiso" es una historia hermosa, llena de personajes secundarios que le dan vida al pueblo de Giancaldo, con una historia de amor tan triste como apasionada y con muchas referencias al cine clásico que deberé aprender enseguida. Esa escena final, además, debe ser una de las escenas más perfectas en la historia.