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A Star is Born (2018)
Me encanta la premisa de “A Star is Born”, ya que es una historia parecida a la de una fanfiction. El personaje principal ha soñado toda su vida con ser una artista de verdad, pero no ha podido lograrlo; cierto día, conoce a un músico famoso, quien la invita a su concierto, la invita a cantar con él y la protagonista por fin consigue su tan preciado contrato con una importante disquera. Luego de un tiempo, protagonista y músico se casan, ella se vuelve más famosa que él y los problemas empiezan a llegar.
Esta premisa es, justamente, lo que sucede en la vida de Ally Maine (Lady Gaga), una joven mesera que también trabaja como cantante en un bar gay, y quien conoce a Jackson Maine (Bradley Cooper), un famoso músico conocido en todo Estados Unidos. Las cosas entre ellos se van dando bastante rápido, tal y como el ascenso a la fama de Ally, pero el que nazca una estrella sólo significa la decadencia de otra. "A Star is Born" es el cuarto remake de esta historia, la cual fue llevada a la pantalla grande primero en 1937, luego en 1954 y, por último, en 1976, quizás la versión más conocida, ya que fue protagonizada por Barbra Streisand.
Sin haber visto ninguna de las versiones anteriores, me arriesgaré en decir que esta entrega de "A Star is Born" ha sido muy bien adaptada a los tiempos actuales, pero el elemento realmente destacable es la participación de Lady Gaga; nada de ajena a los escenarios, interpreta a Ally de manera increíble y de una manera tan cercana que es imposible no encariñarse con ella y sólo desearle el bien. A pesar de no ser una partidaria de nada de lo que haga Bradley Cooper, aquella escena entre él y Lady Gaga cantando "Shallow" es demasiado emocionante.
Espero que la atención y el éxito que ha cosechado "A Star is Born" sigan siendo cosechados sólo gracias al talento de Lady Gaga.
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