Judas and the Black Messiah (2021)

by - domingo, marzo 21, 2021

 


Bastante cercana al clima político de la entrada anterior, "Judas and the Black Messiah" es una película que se enfoca en los últimos acontecimientos de la vida de Fred Hampton, director de la sección de los Pantera Negra que estaba ubicada en Illinois. Con apenas veintiún años, Fred ya era toda una personalidad: un líder respetado, un joven de convicciones claras y dueño de una oratoria digna de congregar multitudes. Fred estuvo presente en el juicio contra Bobby Seale y los Siete de Chicago y uno de sus mayores planes era unir a todos los grupos marginados por la ley; entre ellos, latinos e, incluso, blancos que respetaban la bandera confederada.

Por supuesto que el FBI asumió que Fred Hampton (Daniel Kaluuya) representaría un peligro para su tan resguardada democracia. Ante los ojos de la organización, Fred simbolizaba una especie de Mesías negro que conseguiría unir a comunistas, izquierdistas y activistas antiguerra, tres de los grupos que Estados Unidos menos necesitaba en aquella época, por lo tanto, debían borrar a Fred Hampton del mapa a toda costa.

Tras arrestar a un joven ladrón llamado Bill O’Neal (Lakeith Stanfield) y amenazarlo con una larga condena en la cárcel, el FBI consigue que él les ayude a espiar cada movimiento por parte de Hampton que pueda ser utilizado en su contra. Bill se convierte en un Judas de la peor clase: el traidor de su propia raza; consigue infiltrarse en la sede de los Pantera Negra, pasa a ser el chofer de Fred y se gana la confianza de todo el grupo. Nada de esto es suficiente para el FBI; ni siquiera el arresto de Fred consigue que sus ideas se apaguen, por lo que optan por el último recurso: obligan a un ahora ya temeroso Bill a cooperar con el asesinato de Fred. Una especie de Última Cena nos recuerda que la historia está condenada a repetirse, siempre y cuando siga siendo escrita por hombres blancos.

La muerte de Fred Hampton fue una tragedia. Como líder de los Pantera Negra, hizo mucho más por su comunidad de lo que nunca nos enseñaron en clases: desayunos para la comunidad, clases para aquellos niños que no podían ir a la escuela, clínica para quien lo necesitara, cosas que el gobierno debería  proporcionar. La muerte de Hampton fue una gran pérdida y un gran impacto para la comunidad de Chicago, un impacto que quizás hubiese golpeado más fuerte si los actores principales hubiesen tenido una edad parecida a la de sus personajes; Fred tenía veintiuno y Bill, apenas diecisiete años. Eran casi unos adolescentes que el gobierno manipuló y utilizó. A pesar de aquel detalle, las actuaciones de Daniel Kaluuya y Lakeith Stanfield son increíbles; Kaluuya parece un líder innato y, aunque sea ya tarde en la película, se siente una especie de empatía hacia el personaje de Lakeith. Su personaje es complejo, pero no cabe duda de que sí se arrepintió de lo que hizo.

Debido al clima político que se está dando en Estados Unidos, películas como "Judas and the Black Messiah" nos recuerdan que nada ha cambiado en cuanto al racismo en ese país. Nada. Es una realidad deprimente, pero también necesaria si es que, de verdad, no queremos que cincuenta años después el gobierno continúe asesinando a personas simplemente por sus ideales o por su color de piel.

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