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The Revenant (2015)
Este domingo, probablemente Leonardo DiCaprio gane un premio Oscar y hay sentimientos encontrados acerca de aquella posibilidad; es algo que he esperado ver desde hace muchos años y parece increíble que el momento esté tan cerca. Estuvo cerca en ocasiones como cuando lo nominaron por “Blood Diamond” o “The Aviator”, pero ahora no tiene mayor competencia.
Luego de ver “The Revenant”, no sé si el papel de Hugh Glass sea suficiente como para celebrarlo como el triunfo que se merece. Entiendo que el personaje pasa por muchos obstáculos, hace muchos sacrificios y el mismo Leonardo realiza cosas que no había hecho antes en la pantalla grande, pero siguiendo un gusto personal, hubiese sido más preferible que lo premiaran más por otros personajes: el niño con retraso mental, el aviador con que sufría de TOC, el mercenario de acento extraño o el corredor de bolsa de Wall Street.
“The Revenant” es un drama lleno de paisajes preciosos y exento de diálogos, ya que los actores transmiten tanto a través de sus acciones que las palabras parecen estar de sobra. La película cuenta un pasaje en la vida de Hugh Glass que él hubiese preferido olvidar, pero que, por alguna razón, los encargados de esta película decidieron exagerar. Por premios, obvio. Hugh Glass fue traicionado por un compañero y dado por muerto, pero nunca estuvo con su hijo en aquella expedición y perdonó a quienes lo dejaron; en la película, Glass (Leonardo DiCaprio) obtiene su venganza contra Fitzgerald (Tom Hardy).
Para ser honesta, nunca esperé mucho de "The Revenant"; ni siquiera el tráiler sirve para emocionar, pero he visto cada película por Leonardo DiCaprio que ver su nuevo proyecto sería algo rutinario. Es una película eterna, que se siente mucho más eterna todavía debido a la falta de diálogo, pero visualmente es tan hermosa que cuesta dejar de verla. La actuación de Leonardo DiCaprio es increíble, a pesar de todo y su dolor consigue traspasar la pantalla; el único miedo de todo este contexto es que se convierta en uno de esos actores que sólo hacen películas destinadas a estar en todas las temporadas de premios. El otro problema es que no es un papel que merezca un Oscar si lo comparamos con otros de su filmografía que sí lo merecían tanto.
El domingo, probablemente, Leonardo DiCaprio gane un premio Oscar y será genial, pero sería mucho más genial que lo premiaran por otro papel.
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