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Star Wars: The Last Jedi (2017)
¡Hola! Un nuevo año más para este blog y para continuar viendo películas; espero que tengan un excelente 2018, uno mejor que “The Last Jedi”. No, broma; no quiero comenzar el año siendo tan mala onda con esta nueva entrega de Star Wars. La verdad es que, luego de “The Force Awakens”, no esperaba mucho de las entregas posteriores, por lo que el secreto es siempre bajar las expectativas; debido a eso, quizás, me pareció que “The Last Jedi” es mucho mejor que su antecesora, cuenta con mejores actuaciones y no presenta una octava Estrella de la Muerte que atacar.
En esta nueva entrega, dirigida por Rian Johnson, los personajes principales continúan sus aventuras por separado. Rey (Daisy Ridley) intenta convencer a Luke Skywalker (Mark Hamill) de unirse a la Resistencia, pero él es ahora la sombra de lo que era: se ha convertido en un hombre solitario y amargado, quien cree que la orden de los Jedi debería acabar, por lo que no piensa en entrenar a Rey tampoco. Poe Dameron (Oscar Isaac) viaja junto a la General Leia (Carrie Fisher), pero deben cuidarse de los acercamientos de la Primera Orden, mientras que Finn (John Boyega) debe viajar hasta una ciudad casino para recuperar un dispositivo de rastreo; quien lo acompaña es Rose Tico (Kelly Marie Tran), una joven que cree completamente en la Resistencia.
“The Last Jedi” tiene varios méritos a su ver. Además de ser algo más oscura y menos nostálgica, también tiene mejores secuencias de acción, como aquella batalla final entre lightsabers o la batalla en Crait, un planeta compuesto de sal roja; también destacan aquella escena de Leia, en donde podemos apreciarla utilizando la Fuerza, o aquel silencioso choque entre dos naves. Pero, así como tiene distintos detalles positivos, “The Last Jedi” también falla en otras cosas; es una lástima que todavía no sepan aprovechar al personaje de Finn, cuya aventura puede ser fácilmente sacada de la película y no afectaría en nada a la trama. Mientras Adam Driver mejora mucho su interpretación de Kylo Ren, la de Domhnall Gleeson cae en la caricaturización hasta el nivel del aburrimiento; también puede aburrir la duración de la película, ya que presenta dos finales, cuando con uno pudo haber sido suficiente.
El final, sin embargo, propone una idea muy interesante, idea que espero se profundice más en la próxima entrega de esta saga; espero también que se mantenga este nivel o se mejore un poco, pero, como escribí arriba, el secreto es bajar las expectativas.
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