Soul (2020)

by - jueves, diciembre 31, 2020

 


“Escuché esta historia sobre un pez. Él se topa con un pez viejo y le dice: ‘Amigo, estoy buscando esa cosa a la que le dicen océano’. ‘¿El océano?’, le dice el otro pez, ‘es donde estás ahora’. ‘¿Esto?’, le dice el pez joven. ‘Esto es agua. Lo que yo quiero es el océano’.”

Para una persona que no ha cumplido ninguno de los propósitos que esperaba cumplir durante su vida, la presión de la sociedad es bastante fuerte. Es una presión algo indirecta, pero, de todas formas, está presente en las expectativas que creemos que los demás nos imponen, también está en las películas o en las series que vemos y, claramente, también está en ese positivismo tóxico que anda dando vueltas. “Todos tenemos un propósito”, “cuando por fin cumplimos nuestros propósitos, realmente somos felices”, “sólo alcanzando nuestros propósitos, veremos…”. Es agotador. Por esa razón, cuando una película como “Soul” aparece, el alivio es instantáneo.

“Soul” cuenta la historia de Joe Gardner (Jamie Foxx), un profesor de música que vive en Nueva York y que ama el jazz con toda su alma (guiño guiño). Joe se siente algo frustrado con la vida, ya que nunca ha tenido la gran oportunidad de tocar en alguna banda y de poder vivir de la música, por lo que continúa con una rutina apática y normalizada. Cierto día, la oportunidad llega: convertirse en el pianista de la legendaria Dorothea Williams (Angela Bassett), pero antes de que su sueño se haga realidad, Joe muere repentinamente tras un accidente y su alma debe partir al Gran Más Allá. Joe se niega; no puede morir, mucho menos ahora que por fin consiguió la oportunidad que siempre quiso. 

El músico decide regresar a la Tierra, pero durante su aventura debe acompañar a 22 (Tina Fey), un alma que lleva siglos y siglos tratando de evitar asumir una vida. A pesar de sus diferencias, Joe y 22 se ayudan el uno al otro y aprenden aquellas hermosas lecciones que Pixar sabe enseñar muy bien y que la sociedad debería aprender también. No es necesario tener un propósito en la vida; no nacimos con un solo objetivo y Joe lo aprende una vez que por fin toca con la banda de Dorothea Williams. Cumple su sueño, el concierto es perfecto, obtiene el reconocimiento que siempre esperó y… ¿ahora qué? Ya cumpliste tu sueño, ¿qué vas a hacer ahora con tu vida? Buscamos cumplir meta tras meta tras meta que se nos olvida lo principal: disfrutar el camino. 

Quizás algún día pueda estudiar Periodismo o conseguir una de las becas a las que he postulado o viajar a París o ser jurado en el Festival de Cannes, pero, por el momento, hay que concentrarse en los pequeños detalles, detalles como los que aparecen en aquel montaje de varios recuerdos que Joe atesora. Maldito Pixar, no pasa un año sin que no nos haga llorar.

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