Xanadu (1980)
La fantasía disco, fantasía que incluye bailes sobre patines, prometía seguir el mismo éxito que había conseguido "Grease" un par de años antes, pero terminó convirtiéndose en uno de los peores fracasos de 1980. Se dijo que la trama no tenía sentido y que las actuaciones dejaban mucho qué desear, pero como un ave fénix renaciendo de las cenizas, "Xanadu" se ha convertido, con el tiempo, en una especie de película de culto.
"Xanadu" lo tenía todo para ser un éxito: Olivia Newton-John recién saliendo del papel de Sandy, un protagonista atractivo según el estándar de los años ochenta, un adorable Gene Kelly, música de Electric Light Orchestra y coreografías creadas por Kenny Ortega ("Dirty Dancing"), pero la película terminó demostrando que también lo tenía todo para fracasar.
La trama de la película es algo sosa: Kira (Olivia Newton-John) es una musa que reaparece en la Tierra para inspirar a Sonny (Michael Beck) y a Danny (Gene Kelly) a que abran un club llamado Xanadu, un propósito bastante extraño, ya que Sonny es pintor y Danny no sabe en qué invertir todo el dinero que tiene. Se supone que nos presentan una pequeña historia de amor desarrollándose entre Kira y Sonny, pero entre ambos hay tan poca química que sus escenas se vuelven muy incómodas; y sus escenas son varias, por lo que toda la historia se vuelve muy aburrida. De hecho, Sonny tiene más química con Danny y creo que por esta razón es que la película es tan popular en la cultura gay también: subtexto.
Gracias a este detalle y, a pesar de sus defectos, "Xanadu" sí logró convertirse en una película de culto gracias también a ese perfecto soundtrack, el cual vendió millones de copias y que tiene canciones que bailamos hasta el día de hoy. Cuando fui a ver a Olivia Newton-John al Festival de Viña, Xanadu fue una de las canciones más coreadas y bailadas; esa noche, a nadie le importaba si la película había sido mala o una obra de arte infravalorada.
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