Kalifornia (1993)
Como cualquier otro curioso sobre historias de asesinos en serie, también me hubiese atrevido hacer el viaje a cada locación icónica en donde cada asesinato ocurrió. La idea de Brian Kessler (David Duchovny) no era una mala idea, debe ser entretenido viajar en automóvil hasta California, pero debió haber escuchado a Carrie Laughlin (Michelle Forbes), su novia fotógrafa. No se acepta la compañía de dos extraños, así como así.
Los extraños en cuestión son Adele Corners (Juliette Lewis) y Early Grayce (Brad Pitt), una pareja redneck capaz de incomodar a cualquier otra persona; no se trata de una cosa de apariencias lo que provoca la desconfianza, sino que también, porque sabemos desde un principio que Early es un ladrón y asesino que no parece sentir ningún remordimiento de sus varios crímenes. Early es el sujeto de observación perfecto para el nuevo libro de Brian, un asesino en serie con un pasado digno de investigar; el problema es que Brian no tiene idea con quién se acaba de juntar. El viaje hasta California es incómodo y, rápidamente, comienzan a aparecer los roces: Early no aporta con dinero, no tiene modales, Adele confiesa lo violento y machista que Early es, Carrie le da un ultimátum a Brian hasta que, por fin, en una gasolinera, la verdad sale a la luz.
A pesar de no ser una película del tipo descubra al asesino, "Kalifornia" también tiene su cuota de suspenso ya que el personaje de Brad Pitt, como todo buen asesino, es totalmente impredecible; no le importa nada ni nadie y llegamos a compartir la frustración con Brian, ya que nunca conoceremos a fondo su pasado o alguna otra razón que haya llevado a Early a ser de la manera en que era.
Los años noventa fueron una muy buena época para Brad Pitt.
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