Cierto día, una amiga le cuenta que una conocida, llamada Henriette, trabaja en un burdel. La curiosidad es grande y Séverine decide visitar el lugar, el cual se encuentra en el Cité Jean de Saumur. Madame Anaïs (Geneviève Page), la dueña del burdel, contrata de inmediato a Séverine y le da el nombre de “Belle de Jour”. El trabajo es complicado en un principio, pero no es nada comparado con la presencia de Henri Husson (Michel Piccoli), un amigo de Pierre que siempre molesta a Séverine, y la de Marcel (Pierre Clémenti), un criminal que se enamora de la protagonista.

Además del perfecto sentido de la moda del personaje principal, me sorprendió mucho la trama de “Belle de Jour” y la manera en que es retratada. No dudo que debió haber sido bastante controversial para la época, pero también debe ser considerado un avance ver una película que gire alrededor de una mujer y que hable de ciertos problemas que, hasta en esta época, todavía son tabúes.

También me sorprende que la dirección hasta estado a cargo de Luis Buñuel. Lo último que vi de su filmografía fue “Un Chien Andalou”, nada parecido a “Belle de Jour”, la cual tiene toda una cinematografía muy parecida a la ya característica de la nouvelle vague, pero siempre es bueno ser sorprendida de esta manera.