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The Nightingale (2018)
No me alejé mucho del contexto presentado en "The Piano" cuando decidí que mi siguiente película sería "The Nightingale", cinta dirigida por Jennifer Kent, directora también de "The Babadook". Su nueva producción estaba acompañada de muchas críticas que hablaban de lo violenta que era la historia, un estilo que, por lo general, no caracteriza a las directoras; las críticas sólo aumentaban la curiosidad.
En "The Nightingale", conocemos la historia de la joven irlandesa Clare Carroll (Aisling Franciosi), una ex convicta que es atormentada por el Teniente Hawkins (Sam Claflin); él maneja los papeles de libertad de Clare y, aunque ella ya había cumplido una condena de siete años, el teniente no quiere dejarla ir y la somete a varios abusos, tanto físicos como psicológicos. Aidan (Michael Sheasby), marido de Clare, decide defenderla, pero Hawkins y dos de sus hombres desencadenan una desgarradora tragedia. Clare decide cobrar venganza y, junto a la ayuda de Billy Mangana (Baykali Ganambarr) sigue el camino de Hawkins a través de las tierras salvajes de Tasmania.
Ambientada durante la ocupación británica en Australia en el siglo XIX, "The Nightingale" se encarga de demostrarnos toda la violencia y todo el racismo que reinó en aquella época a manos de los soldados. La discriminación en contra de la comunidad nativa era una cuestión completamente normalizada, así como también los abusos sexuales en contra de las mujeres; se entienden las críticas hacia la interpretación de Jennifer Kent, pero también se comprende su idea de ser fiel a la verdadera historia de todas aquellas víctimas.
"The Nightingale" no es una película fácil de ver; desde el comienzo, nos encontramos con escenas muy gráficas de una violación. Sin querer defender la representación de un acto tan repudiable, debo decir que existe una clara diferencia entre aquellas escenas dirigidas por un hombre y dirigidas por una mujer; un director siempre querrá mostrar el cuerpo desnudo de la víctima, mientras que una directora querrá mostrar su dolor, sentimiento que se retrata en "The Nightingale". De todos modos, son secuencias que pueden herir la sensibilidad de sus espectadores, por lo que es comprensible que no todos puedan lidiar con la trama de esta cinta.
A pesar de aquel crudo retrato, "The Nightingale" nos presenta una temática interesante, una que la mismísima directora descubrió cuando leía acerca de los encarcelamientos femeninos durante aquella época de la invasión; había un creciente número de mujeres dentro de las cárceles, ya que para ellas era mucho más seguro estar encerradas que estar en sus hogares, enfrentando la amenaza de la presencia violenta de los soldados. Justificable.
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