'002008Anna KendrickAshley GreeneBilly BurkeCatherine HardwickeCine estadounidenseDirectorasElizabeth ReaserKristen StewartNikki ReedPeter FacinelliRobert PattinsonRomanceTaylor Lautner
Twilight (2008)
Recuerdo que en la época de mayor popularidad de “Twilight”, nunca pude entender todo el éxito de la historia; no sólo por esa ridiculez que da a cierta edad, en donde odiamos todo lo popular, sino porque también, citando a Leslie Knope, “I’m more of a Harry Potter kind of girl myself”. Por suerte, a cierta edad se puede disfrutar de cierto contenido de manera irónica o de manera más relajada, por lo que el momento de ver “Twilight” ha llegado.
Bella Swan (Kristen Stewart) es una adolescente que debe mudarse desde Arizona hasta la fría y oscura ciudad de Forks, en Washington. Bella es tímida y reservada, pero, por razones que recuerdan a las fanfictions, de inmediato llama la atención de varias personas dentro su nuevo colegio. Una de esas personas es Edward Cullen (Robert Pattinson), un misterioso joven que es tan reservado como Bella; la joven también se siente atraída hacia él, pero el aire misterioso de Edward esconde un secreto más grande: es, en realidad, un vampiro.
No culpo a Bella de haberse fijado en un vampiro, ya que sí tienen un aire muy interesante y pueden otorgarte la vida eterna, pero el personaje de Edward, esa especie de galán adolescente sensible y traumado que la ama, pero que no quiere hacerle daño y por eso la ignora y la aleja, ya es algo del pasado. Tampoco culpo a Kristen Stewart por la falta de carisma de su personaje; recuerdo que leí un par de capítulos del primer libro de “Twilight” y, de verdad, no hay mucho qué hacer con Bella. Pero si “Twilight” tiene un mérito es que, por alguna razón y, con el tiempo, ha conseguido convertirse en una especie de obra de culto, de la cual nos podemos burlar o podemos admirar por igual.
0 comentarios