Star Wars: Episode I, II & III

by - lunes, octubre 26, 2015

 


Acabo de vivir una gran semana, porque al fin puedo decir que vi toda la saga de Star Wars. Ya era tiempo, sobre todo con el Episodio VII apareciendo a la vuelta de la esquina, y me llevé tantas sorpresas como decepciones; hubo un equilibrio en la Fuerza. Me reí, me emocioné y, en general, lo pasé muy bien viendo cada película. Creo que dentro de dos meses ya se me habrá olvidado quizás la mitad de la información, por lo que preparé reseñas muy detalladas. No quiero olvidar nada importante.

1. EPISODE I: THE PHANTOM MENACE (1999)

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana, esta era gobernada por una República. Las cosas iban bien hasta que la Federación de Comercio, liderada por Nute Gunray, bloqueó al planeta Naboo, al cual también esperan invadir. Para resolver el conflicto, se envían a dos Jedi para que hablen con Nute: el maestro Qui-Gon Jinn (Liam Neeson) y su aprendiz, Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor), pero nunca hubo negociaciones, sólo un ataque. Quin y Obi se salvan y llegan hasta Naboo, en donde conocen a Jar Jar Binks, quien les consigue un submarino, y luego llegan hasta el palacio de la Reina Padmé Amidala (Natalie Portman), gobernante de Naboo. La reina, su staff, los Jedis y Jar Jar deben escapar del planeta, ya que el lugar ha sido invadido y quieren que Amidala firme un papel que legalice la invasión

El grupo llega hasta el planeta Tatooine para reparar la nave y allí conocen a Anakin Skywalker (Jake Lloyd). Anakin es como un niño prodigio, es un excelente piloto e inventor de C-3PO (Anthony Daniels); Quin siente que la Fuerza es muy fuerte dentro de él. Después de ganar una carrera, patrocinada por Jabba the Hutt, Anakin se va con Quin, quien planea entrenarlo. Llegan a Coruscant, el planeta en donde está el Senado y la orden Jedi. El senador Palpatine (Ian McDiarmid), de Naboo, le pide a Amidala que lo ayude para convertirse en Canciller y manejar mejor la situación de su planeta; ella quiere hacer más por su nación y viaja con todo el grupo hasta allá con tal de sacar a la Federación. Y lo consiguen: Anakin destruye su nave y Padmé vuelve al poder, pero Qui-Gon muere a manos de Darth Maul (Ray Park), un aprendiz de Darth Sidious, un sith muy poderoso y maligno, quien, en realidad, estaba bajo el mando de la Federación. Lo bueno es que Obi-Wan acaba con Darth Maul y se convierte en el nuevo maestro de Anakin, con el permiso de Yoda (Frank Oz) y el de Mace Windu (Samuel L. Jackson).

Conociendo la reputación que tiene este episodio, estoy de acuerdo con ella. Para ser el principio de toda una gran saga, no consigue emocionar de la manera en que lo consigue el Episodio IV, por ejemplo; de hecho, hasta podría pasarse por alto y no la extrañaríamos. La trama es aburrida, las actuaciones no son destacables y hay un abuso de los efectos CGI. Ver el Episodio I sólo me hacía pensar que quizás debí haber empezado con el Episodio IV, pero soy muy cronológica como para hacer algo así.


2. EPISODE II: ATTACK OF THE CLONES (2002)

Para pasar el sabor amargo que deja el Episodio I, hay que continuar enseguida con el segundo; tampoco funciona mucho. Tras un par de años, Padmé se convierte senadora y Anakin se convierte en el aprendiz de Obi-Wan. Algunos planetas se están separando de la República y el líder de este movimiento separatista es Count Dooku (Christopher Lee). Cada vez hay menos Jedi, por lo que Padmé organiza a un Ejército de la República para ayudarlos, pero es atacada; el Consejo Jedi envía a Obi-Wan a investigar la situación, mientras que a Anakin le dan la misión de escoltar a Padmé hasta Naboo. Mientras Padmé y Anakin comienzan a enamorarse, Obi-Wan descubre un ejército enorme de clones, los futuros Stormtroopers; estos fueron creados a imagen y semejanza de Jango Fett, quien sólo pidió un clon diferente para criarlo como hijo, el futuro Boba Fett

Obi cree que Jango es el culpable de los atentados y lo persigue hasta Geonosis; en ese planeta, Obi descubre más información: Dooku y Nute crearon otro ejército de droides y Nute quiere matar a Padmé; ella y Anakin van hasta Geonosis para rescatar a Obi, pero los tres son arrestados. Cuando están a punto de morir, Mace Windu, Yoda y los clones llegan para salvar el día. Después de la batalla, Obi y Anakin se enfrentan a Dooku, pero este los hace ver como unos principiantes; sólo Yoda puede hacerle frente, pero Dooku escapa, de todos modos, y llega hasta Lord Sidious, ya que era otro más de sus aliados. Finalmente, en Naboo, Anakin y Padmé se casan en secreto, en una ceremonia de la que sólo C-3PO y R2-D2 son testigos.

De nuevo el problema es el (ab)uso del CGI, sobre todo durante las escenas de la batalla en la arena. También es decepcionante la actuación de Hayden Christensen y la nula química que hay entre él y Natalie Portman; se supone que son los padres de los futuros Luke y Leia, héroes de la galaxia, y que deberíamos estar celebrando su encuentro y matrimonio, pero es más interesante ver la historia de Obi-Wan y la de Jango Fett que la del amor prohibido.


3. EPISODE III: THE REVENGE OF THE SITH (2005)

En este episodio, la guerra ya había comenzado. Dooku realiza ataques y el General Grievous, un robot de cuatro brazos, secuestra al canciller Palpatine. Anakin y Obi lo rescatan y el joven aprendiz ahora consigue acabar con Dooku. Regresan a Coruscant con Palpatine a salvo y se da un momento muy tierno cuando Padmé le cuenta a Anakin que está embarazada. Anakin comienza a tener sueños sobre Padmé muriendo en el parto; quiere protegerla a toda costa y se acerca cada vez más a Palpatine, quien lo tienta lentamente con el lado oscuro de la Fuerza. Palpatine quiere que Anakin sea su representante en el Consejo Jedi, pero ellos no aceptan y le piden a Anakin que espíe los pasos de Palpatine. 

Anakin descubre que Palpatine es, en realidad, Darth Sidious, por lo que Mace Windu se enfrenta a él. Cuando Mace está a punto de asesinar a Sidious, Anakin demuestra en lo que se está convirtiendo y mata a Windu, salvando así a Sidious con tal de que este salve a Padmé; en ese momento, es proclamado como Darth Vader. Sidious ejecuta la Orden 66: acabar con todos los Jedi; los Clones se rebelan e, incluso, Anakin asesina a pequeños aprendices. Nace, de esta forma, el Imperio. Por suerte, Yoda y Obi-Wan sobreviven; Obi va en busca de Anakin y, tras una intensa batalla, Obi deja a Anakin a su suerte. El corazón de Padmé se rompe cuando ve en lo que Anakin se convierte; da a luz a los gemelos, Luke y Leia, pero muere en el parto. Para proteger a ambos bebés, son separados al nacer; Leia es adoptada por Bail Organa (Jimmy Smits) y Luke es entregado a sus tíos, Owen (Joel Edgerton) y Beru Lars (Bonnie Piesse). La película cierra con aquellos tres personaje mirando los dos soles del planeta Tatooine, tal y como aquella clásica escena del Episodio IV.

El Episodio III debe ser la mejor de las tres precuelas; hay muchos más momentos impactantes y es la perfecta antesala para los tres episodios siguientes. Creo que si hubiesen juntado una media hora del Episodio I y 45 minutos del Episodio II, se hubiesen ahorrado una película y las cosas hubiesen salido mejor. Pero “Revenge of the Sith” es bastante buena.

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