Existen días en donde, de la nada, simplemente dan ganas de sentarse a ver una mala película y no pensar mucho en lo que está pasando. No hay que buscar mucho para encontrar a "Glitter" en alguna lista de las peores películas de la historia, por lo que es la candidata ideal para ver en uno de esos días en los que no quieres hacer nada.

Durante la década de los '80, Billie Frank (Mariah Carey) es una joven cantante que trata de tener éxito en la escena musical de la época. Billie vive y trabaja con sus mejores amigas, Louise (Da Brat) y Roxanne (Tia Texada), y a pesar de que disfruta mucho de su vida, la joven vive pensando en su madre, Lillian (Valarie Pettiford), de quien fue separada cuando era una niña debido a sus peligrosas actitudes. Cierto día, Billie conoce a Timothy Walker (Terrence Howard), quien le ofrece un contrato musical, pero también conoce a Dice Black (Max Beesley), quien quiere trabajar como su productor y de quien la joven comienza a enamorarse.

Como diría Tobias Fünke, "no quiero culpar al once de septiembre, pero definitivamente no ayudó". Para mala suerte de "Glitter", su estreno fue cercano a aquella fatídica fecha, pero la verdad es que la película, con hechos históricos a su alrededor o no, es una fiasco. Tanto la historia como cada una de sus actuaciones son pésimas, y el guión es tan cursi que es imposible no sentir vergüenza ajena. Una pena por Mariah Carey, ya que "Glitter" iba a ser la película que lanzaría su carrera como actriz, pero la cinta sólo demuestra que su talento sólo debería concentrarse en la música.